domingo, 8 de marzo de 2015

Murmullo

Maldigo el día que decidimos medir el tiempo
Maldigo saber cuantas horas paso sin ti
Ese fraccionar de mi sufrimiento en instantes 
Ese contar dedo a dedo las carencias 

Maldigo el día que decidimos marcar la dirección 
Maldigo saber que sólo existen dos polos, tu norte y tu sur
Ese navegar sabiendo que el rumbo es inalcanzable 
Ese anclarse en el hastío por no ver tu tierra

Maldigo las letras por permitirme escribirte sin que me leas
Maldigo a la lingüística por darme las herramientas 
Ese vocabulario que no parece servir más que para describirte 
Esas palabras que parecen juntar sus sílabas para ti

Maldigo mi mente que parece no querer tener vacaciones 
Maldigo mi mano por sólo tener otros dedos que embonan con ella 
Esa mente cuya función es imaginarte en todo posible escenario 
Esa mano que ha perdido sus funciones por no estar acompañada 

Pero no te maldigo a ti
Me maldigo a mi por saber que soy tu sombra
Maldito yo 
Bendito tu