Quiero llenarme de tu mirada
Amarrarme a tus besos, perderme en tus brazos
Quiero explicarte como mis manos ya no saben estar solas
Agradecer todas las veces que mi piel se estremece solo de pensarte
Veces que dejan de ser veces y empiezan a ser eternidades
Eternidades que no pueden ser medidas por el reloj
Porque verte es destruir el tiempo.
Es hacer que cada segundo se convierta en infinito, y cada infinito en segundo
Es sentir tus brazos, como el mundo, abrazándome
Es querer abrazar al mundo con nuestros brazos
Conocer, conocerte, conocernos
Descubrir nuevas geografías
Geografías de tu piel, de la mía, de aquella bahía que nos une
Y cuyos barcos solo tienen un destino
Ya decidí abrir mis velas
Porque sí, tengo prisa
Prisa de llegar a ti, a tus aguas
no para encallar, sino para cambiar el rumbo juntos
Para irme contigo a aquel lugar que nuestras pupilas nos manden
Aquel lugar en donde el reloj corra a la misma velocidad que nuestras venas
Aquel cuya arena sea tan suave como el tacto de nuestra piel fundiéndose en una
No necesitamos faro; ya sabemos a dónde llegar, tenemos luz propia
Y nuestra luz no tiene pasaporte
Nuestra luz no tiene nacionalidad; se filtra en la piel, en el espacio, en el ser
Nuestra luz es más que ausencia de oscuridad, hace que mis pies caminen
Tu luz hace que mis pies caminen hacia ti
Y el ir a ti es el camino más claro en mi mapa
Hay un nuevo punto cardinal en mi brújula
Y pienso seguirlo
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